A continuación os quiero presentar a nuestro Jefe de Protocolo en la Iglesia: Carlos Aguilar.
Carlos es una persona muy entrañable para nosotros porque, cuando con tan sólo tenía doce años, fue alumno mío de música en el Colegio Nuestra Señora de las Mercedes, y, desde entonces, nuestra amistad ha ido creciendo hasta hoy. Es bueno, cariñoso, simpático, generoso y cuando le propusimos que nos organizara el protocolo de la iglesia, por su gran experiencia en ello en el Gran Teatro de Córdoba, ¡no dudó ni un segundo! dando una vez más lo mejor de sí mismo. Dicho esto, podréis ver a Carlos coordinando entradas, colocaciones y salidas... para que todo salga bien.
En la medida de lo posible, lo ideal es que los invitados entren en la Iglesia a medida que van llegando (se recomienda unos 15 minutos antes de la hora de la ceremonia), pues hay aire acondicionado dentro y las puertas se abrirán en su totalidad en los momentos claves: entrada de la madre de la novia con el padre del novio, entrada del novio con su madre (madrina) y entrada de la novia con su padre (padrino). Al entrar, los bancos que quedan a la izquierda estarán reservados para los invitados de la novia y los de la derecha para los invitados del novio, reservando los primeros bancos de cada lado para familiares directos. Los bancos de los laterales estarán reservados para los testigos y asistentes uniformados.
No obstante, a veces, se da la circunstancia de que muchos invitados esperan fuera la llegada de los contrayentes, por lo que es fundamental que, una vez dado el momento, deben evitar la entrada después de la novia.
Al finalizar, los invitados esperan fuera mientras los novios y testigos firman el acta matrimonial, se hacen las fotos con familiares y se preparan para la salida.
Para todo lo descrito, Carlos estará encargado de ayudaros y de resolver cualquier duda.
Sugerencia: al salir, dirigir la mirada al Cristo de los Faroles y disfrutar de esta estampa, obra considerada una de las maravillas de Córdoba.
